BASILEA II o cómo aumentar los beneficios de la banca
El pasado miércoles asistí en el Auditorio Maestro Padilla a una jornada sobre Basilea II y las implicaciones que este acuerdo bancario tendrá sobre las PYME de toda Europa. Para los que no tengan idea de qué va ésto (como yo hasta hace tres días), les diré que es un sistema para minimizar los riesgos inherentes a las operaciones financieras y según el cual, las entidades de crédito clasificarán a sus clientes en función del riesgo de los mismos, traduciéndose ésto en unos intereses distintos para cada empresa. Este sistema de evaluación, por otra parte, no será coincidente para todos los bancos, ya que cada uno puede montar el suyo propio, por lo que una empresa podrá tener distintas calificaciones en distintos bancos.
Según los ponentes, en su mayor parte del sector bancario, las ventajas para las empresas son las siguientes:
Una mayor transparencia en el mercado
Un ahorro de costes para las empresas con menos riesgo
A partir de aquí, la cosa es sencilla, uno tiene que confiar en su banco y darle toda la información que éste le pida para mejorar la calificación de la empresa.
Ahora les cuento lo que me parece a mi. En primer lugar, me da la impresión de que es una fórmula para lograr la obtención de mayores beneficios por parte de la banca, ya que de lo que realmente se trata es de reducir el 8% de capital propio que deben tener de respaldo en cada operación crediticia que contraigan. Si se reduce el 8%, con el mismo capital social podrán conceder más préstamos y, por tanto, obtener una mayor rentabilidad de sus recursos propios. Eso es de cajón.
La supuesta transparencia del mercado es cierta, pero sólo funcionará en una dirección. La empresa tendrá que ser transparente, dar toda la información que le pidan, pero el banco no está obligado a "mostrar" su sistema de calificación, lo cual aumenta la relación de asimetría entre la pequeña empresa y el banco.
Por último, la minimización de los riesgos pasará a ser una consigna de los empleados de las entidades, lo que hará mucho más difícil el acceso a la financiación a proyectos empresariales nuevos y más si son en sectores emergentes. Además, al tener un mayor grado de riesgo, su financiación será más cara, aumentanto por tanto el coste de oportunidad y poniendo en riesgo una de las fuentes de progreso.
Por último, una de las razones esgrimidas para implantar Basilea II es la reducción de las crisis financieras. Objetivo encomiable, pero estéril, ya que las crisis son inherentes al sistema capitalista.
Sólo le veo algo positivo, para mejorar su calificación las empresas tendrán que esforzarse en que su contabilidad real y la fiscal se asemejen, para evitar que los analistas desconfíen más de lo necesario de sus operaciones.
Según los ponentes, en su mayor parte del sector bancario, las ventajas para las empresas son las siguientes:
Una mayor transparencia en el mercado
Un ahorro de costes para las empresas con menos riesgo
A partir de aquí, la cosa es sencilla, uno tiene que confiar en su banco y darle toda la información que éste le pida para mejorar la calificación de la empresa.
Ahora les cuento lo que me parece a mi. En primer lugar, me da la impresión de que es una fórmula para lograr la obtención de mayores beneficios por parte de la banca, ya que de lo que realmente se trata es de reducir el 8% de capital propio que deben tener de respaldo en cada operación crediticia que contraigan. Si se reduce el 8%, con el mismo capital social podrán conceder más préstamos y, por tanto, obtener una mayor rentabilidad de sus recursos propios. Eso es de cajón.
La supuesta transparencia del mercado es cierta, pero sólo funcionará en una dirección. La empresa tendrá que ser transparente, dar toda la información que le pidan, pero el banco no está obligado a "mostrar" su sistema de calificación, lo cual aumenta la relación de asimetría entre la pequeña empresa y el banco.
Por último, la minimización de los riesgos pasará a ser una consigna de los empleados de las entidades, lo que hará mucho más difícil el acceso a la financiación a proyectos empresariales nuevos y más si son en sectores emergentes. Además, al tener un mayor grado de riesgo, su financiación será más cara, aumentanto por tanto el coste de oportunidad y poniendo en riesgo una de las fuentes de progreso.
Por último, una de las razones esgrimidas para implantar Basilea II es la reducción de las crisis financieras. Objetivo encomiable, pero estéril, ya que las crisis son inherentes al sistema capitalista.
Sólo le veo algo positivo, para mejorar su calificación las empresas tendrán que esforzarse en que su contabilidad real y la fiscal se asemejen, para evitar que los analistas desconfíen más de lo necesario de sus operaciones.
No te quiero decir nada, pero no será tan mecánico como describes, ya que si no, sobraríamos los analistas en las entidades.
ResponderEliminarSin duda David en su momento Basilea II aportó un avance necesario respecto el acuerdo Basilea I en materia de control de riesgo y solvencia propia. Ahora bien, la crisis y su violencia evidenciaron por otra parte las carencias que Basilea II todavía tenía.
ResponderEliminarHabiendo pasado el tiempo y con Basilea III ya en aplicación y progresivo cumplimiento. ¿Qué opinión tienes al respecto? ¿Crees que Basilea III puede ser un acuerdo exitoso y estable a largo plazo o todavía debe adaptarse en algunos puntos clave?
Un saludo David y adelante con el blog,
Juan
Está claro que Basilea II no sirvió para evitar la crisis. Sin embargo, precisamente la crisis ha influido en el nuevo acuerdo, por lo que es más estricto en, por ejemplo, los requerimientos de capital ... Creo que es mejor que el anterior. Por eso, cuando se nos olvide la crisis o suba al poder la próxima generación habrá un BIV mucho más flexible :-)
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