Papa-natadas [Var]

La Iglesia no deja de sorprenderme, casi siempre para mal. Dice Benedicto XVI que la Teoría de la Evolución es irracional. Es cuando menos sorprendente que le parezca irracional una teoría que tiene un amplio sustento empírico, es decir, que cuenta con numerosas pruebas materiales que la soportan y que apoye sin problemas la Teoría del diseño inteligente. Y no digamos ya dogmas tan extraños como la Santísima Trinidad, la infalibilidad del Papa, o el salto mortal producido entre el Dios vengativo del Antiguo Testamento y el modosito del Nuevo (la esquizofrenia divina, que yo le llamo).

El problema de fondo parece ser que nuestro cientifismo nos está conduciendo por el camino del ateismo, lo cual pone de los nervios a ésta y a cualquier religión del mundo. Y el ateismo, desde el punto de vista de la Iglesia, conlleva al relativismo moral y a la pérdida de los valores de la sociedad. Y es curioso que el mundo lleve esta deriva tan peligrosa para las iglesias, porque si ha habido un poder perdurable en la historia ha sido el del papado. O sea, que si hemos llegado a ese relativismo moral no ha sido de espaldas a la Iglesia, ella ha tenido mucho que ver, con su actitud a veces contradictoria, con la ocultación de los delitos de algunos de sus sacerdotes, o con recomendaciones contrarias no ya a la razón, incluso a la propia caridad cristiana (léase condom y SIDA).

Ojo, no se me pasa que la Iglesia es muy grande y que hay gentes de muy noble condición en ella. Gente admirable que hace cosas admirables por los demás. No se trata de eso, se trata de querer regresar a un planteamiento homocentrista, de volver a ponernos en el centro de la creación, cuando las pruebas señalan que somos el fruto de una sucesión de combinaciones azarosas.

¿Por qué ese miedo? Tal vez, porque, en el fondo, saben que lo realmente irracional es la Fé.