Individualismo, cooperación y el futuro del capitalismo
Acabo de leer un interesante artículo de Alfons Cornella sobre la posibilidad de que el propio capitalismo, la forma en que este funciona, acabe siendo su propia tumba. La esencia del largo argumentario creo que está en estas pocas letras:
En esencia, trabaja con algunas de las ideas que ya se han abordado en este blog. Pero, al mismo tiempo introduce un interesante matiz, a medias entre la biología y la sociología y que es un tipo de razonamiento que utilicé en el pasado para justificar la necesidad de cooperación entre las empresas del sector de la comercialización hortícola ante lo que me parecía una evidencia: que la competencia entre ellas sólo estaba beneficiando a los dueños de la Gran Distribución.
Sin embargo, en una visión sistémica de las relaciones entre economía, sociedad y medioambiente, este planteamiento cobra un nuevo y evocador portagonismo. ¿Es posible que la búsqueda del interés individual, esencia de la filosofía que empapa el capitalismo, esté en la base del deterioro ambiental protagonizado por éste? Evidentemente no sólo es posible, sino que es la explicación más plausible.
La preferencia por la liquidez, ese principio descriptivo del homo economicus explica muchas de las cuestiones que se plantea Cornella y puede llegar también a explicar, en última instancia, el porqué no sería descabellado pensar que puestos ante el precipicio de la desaparición como especie, los humanos nos tiremos de cabeza, pensando en el bienestar de cada uno de nosotros.
En otras palabras, una red en la que los nodos sólo piensen en su beneficio personal no puede prosperar.
En esencia, trabaja con algunas de las ideas que ya se han abordado en este blog. Pero, al mismo tiempo introduce un interesante matiz, a medias entre la biología y la sociología y que es un tipo de razonamiento que utilicé en el pasado para justificar la necesidad de cooperación entre las empresas del sector de la comercialización hortícola ante lo que me parecía una evidencia: que la competencia entre ellas sólo estaba beneficiando a los dueños de la Gran Distribución.
Sin embargo, en una visión sistémica de las relaciones entre economía, sociedad y medioambiente, este planteamiento cobra un nuevo y evocador portagonismo. ¿Es posible que la búsqueda del interés individual, esencia de la filosofía que empapa el capitalismo, esté en la base del deterioro ambiental protagonizado por éste? Evidentemente no sólo es posible, sino que es la explicación más plausible.
La preferencia por la liquidez, ese principio descriptivo del homo economicus explica muchas de las cuestiones que se plantea Cornella y puede llegar también a explicar, en última instancia, el porqué no sería descabellado pensar que puestos ante el precipicio de la desaparición como especie, los humanos nos tiremos de cabeza, pensando en el bienestar de cada uno de nosotros.
Ciertamente esto daria pie a una interesante aplicacion de teoria de juegos :p Dicen que la mano que mece la cuna es la mano que domina el mundo: esa mano se llama Matematicas. Un abrazo.
ResponderEliminarCada loco con su tema. Veo que sigues dándole vueltas al tema de los juegos. Encantado de leerte.
ResponderEliminarHay algo que le falta a esa premisa: la única forma de conseguir beneficio personal es ayudando a los demás nodos.
ResponderEliminarEs posible que términos como coompetencia empiecen a sonar más seguido, pero la razón de ser será siempre la misma: el beneficio propio. En una economía capitalista, para beneficiarse a sí mismo HAY que beneficiar a los demás, no hay otro camino.
Saludos,
Luis
Modo irónico ON
ResponderEliminarPor eso comenzamos a hablar los economistas del "moral hazard".
Modo irónico OFF
El individualismo es consustancial al capitalismo. Lo que no significa que no haya comportamientos cooperativos (afortunadamente). Lo que sudece es que no son la norma.