Un mundo low cost
Acabo de terminar de leer un artículo de Alfons Cornella en el número 53 de la Revista IF dedicado a los futuros posibles. Y, entre todo lo que comenta, hay un par de cosas que me han llamado la atención.
La primera hace referencia a las líneas de bajo coste, de las que menciona que usamos cada vez más, sin tener en cuenta los tremendos costes ambientales que conlleva. Y me ha llamado la atención no tanto el comentario como que a renglón seguido hable de aerotaxis low cost. Ni que decir tiene que el coste ambiental en este caso se amplifica de forma exponencial: no estoy seguro de si me gusta ese futuro, la verdad.
La segunda, me parece mucho más acertada y es algo sobre lo que he escrito en alguna ocasión (en papel). La pérdida creciente de poder adquisitivo de las clases media y la progresiva Ikeaización de la economía (que parece ser la solución), en permanente búsqueda de productos cada vez más baratos puede tener un límite: el propio mercado. Tarde o temprano, este proceso irá vaciando las arcas de las clases cada vez menos medias y más bajas, por la propia vía de la necesaria disminución de los precios (vía casi siempre salarios más reducidos). ¿Para quién fabricará entonces sus muebles IKEA? Vaya usted a saber...
La primera hace referencia a las líneas de bajo coste, de las que menciona que usamos cada vez más, sin tener en cuenta los tremendos costes ambientales que conlleva. Y me ha llamado la atención no tanto el comentario como que a renglón seguido hable de aerotaxis low cost. Ni que decir tiene que el coste ambiental en este caso se amplifica de forma exponencial: no estoy seguro de si me gusta ese futuro, la verdad.
La segunda, me parece mucho más acertada y es algo sobre lo que he escrito en alguna ocasión (en papel). La pérdida creciente de poder adquisitivo de las clases media y la progresiva Ikeaización de la economía (que parece ser la solución), en permanente búsqueda de productos cada vez más baratos puede tener un límite: el propio mercado. Tarde o temprano, este proceso irá vaciando las arcas de las clases cada vez menos medias y más bajas, por la propia vía de la necesaria disminución de los precios (vía casi siempre salarios más reducidos). ¿Para quién fabricará entonces sus muebles IKEA? Vaya usted a saber...
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