A favor del pragmatismo económico
En los últimos meses estamos asistiendo a numerosos debates en torno a las formas de atajar la crisis que amenaza con socavar no ya las economías, sino también los gobiernos de la mayor parte de los países desarrollados. Normalmente estas controversias son enfrentadas por los economistas desde el cliché ideológico en el que se siente cómodo el autor. De un lado están los neokeynesianos, que hacen de la intervención pública la piedra angular del futuro. Del otro, siguen estando los neoliberales, alineados con las tesis de la escuela austriaca y Milton Friedman. Para estos, la crisis actual es consecuencia de la ruptura de la ortodoxia económica y hasta por los excesos de la regulación. Sin embargo, lo que solemos olvidar con demasiada facilidad es aquello que nos distingue de las ciencias denominadas exactas. La materia de estudio de la economía es el comportamiento humano y éste no se suele dejar encorsetar en estructuras rígidas. Antes al contrario, la capacidad del homo sapiens pa...