El último vistazo a 2009

Otro trabajo de negro institucional, esta vez dedicado a hacer un resumen de tres páginas de lo que dio se sí el año 2009 en el ámbito económico.
Los miedos que atenazaban a la economía mundial hace 12 meses parecen finalmente conjurados. La rápida y decidida actuación las autoridades monetarias y los gobiernos, ha logrado contrarrestar las corrientes de fondo que nos empujaban hacia una nueva gran depresión. Tras un comienzo de ejercicio marcado por la recesión global, a patir del verano comenzaron a aparecer síntomas de clara recuperación que han culminado con la salida de la recesión de la mayor parte de las grandes economías mundiales.
A medida que las tendencias se han ido corrigiendo y el pánico abandonaba los mercados financieros, se ha restablecido la confianza y los circuítos de financiación han vuelto a funcionar de manera razonable. Ello ha enfriado los ánimos refundadores que sobre el sistema existían y reforzarán las resistencias en contra de una mayor supervisión. Sin embargo, las tensiones y las fuerzas que desencadenaron el problema siguen existiendo. De hecho, las facilidades extraordinarias de liquidez estubieron en el origen de la crisis y, a la vez, están en la solución aportada. El reto, por tanto, es ahora fortalecer el sistema y retirar poco a poco las medidas extraordinarias y el exceso de liquidez que inunda los mercados, sin menoscabar las posibilidades de la incipiente recuperación.
Por otro lado, los gobiernos de casi todos los países se han visto obligados a utilizar sus presupuestos como palanca de empuje de la demanda agregada. Los planes de infraestructuras, los programas de apoyo a la compra de vehículos, amén de los automatismos de cualquier crisis, han elevado los déficit fiscales hasta cotas que ya no se recordaban, particularmente en los casos de Estados Unidos, Reino Unido y España.
La OCDE prevé para 2010 un crecimiento del comercio mundial del 6,0% y una salida de la crisis desigual y a muy diversas velocidades. Su previsión para el conjunto de los países integrantes de la organización es del 1,9%, muy por debajo de los crecimientos esperados para los países más dinámicos. Como viene siendo habitual en los últimos años, China e India comandarán el comportamiento de las economías mundiales, creciendo por encima del comercio y, en el caso de China, volviendo a los dos dígitos. Detrás de ellas, Indonesia, la Federación Rusa y Brasil crecerán en el entorno del 5%, continuando el proceso de convergencia mundial que vienen protagonizando merced a las ventajas que les aporta la globalización.
En Estados Unidos, recién cumplido el primer aniversario de la administración Obama, el libro beige de la Reserva Federal señala que las condiciones de la recuperación en este país son aún muy débiles. El consumo interno se recupera lentamente y el mercado inmobiliario manda señales contradictorias. No obstante, las primeras estimaciones del PIB para el 4º trimestre del año hablan de una recuperación que gana fuerza y hasta de una cierta mejoría del mercado inmobiliario. A pesar de ello, la Reserva Federal ha avisado que mantendrá los tipos bajos y que el ritmo de retirada de las medidas extraordinarias lo marcará, precisamente, el fortalecimiento de la recuperación.
Por su parte, China sigue su camino en pos de convertirse en la segunda economía mundial por volumen de PIB. Las medidas fiscales y monetarias expansivas de las autoridades asiáticas han surtido efecto y han logrado sortear la situación sin entrar siquiera en recesión. El crecimiento del tercer trimestre fue del 7,7% interanual, previéndose un cierre del año en el entorno del 8%. Asimismo, han comenzado a retirar liquidez del sistema financiero, aumentando levemente los tipos y, sobretodo, ampliando 0,5 puntos el coeficiente de caja a las entidades bancarias. El propio tamaño de su mercado interno les ha ayudado a sobrellevar la situación, pero también se ha puesto de manifiesto la enormidad del reto al que se enfrenta para sacar de la pobreza al conjunto de su población.
Los efectos de la crisis internacional sobre Latinoamerica han sido dispares, en función de su estructura económica y de las medidas anticrisis adoptadas. Por ello también, el momento y la intensidad de la recuperación son diferentes. Por un lado hay un grupo de países (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) cuya recuperación ya se ha iniciado a buen ritmo. Y por otro lado, están el resto de países (Argentina, Ecuador, Venezuela, Panamá, etc.) cuyo restablecimiento del crecimiento será más tardío y lento.
El pasado otoño, la Comisión Europea, por primera vez en dos años, corregía sus previsiones al alza. De hecho, según Eurostat, tanto la Unión Europea como la Eurozona abandonaron la recesión en el tercer trimestre del año, con aumentos intertrimestrales del PIB del 0,3% y 0,4%, respectivamente. No obstante, a finales de septiembre la economía de la UE perdía un 4,3% de su PIB, por un 4,0% de la Eurozona. Y, a final de ejercicio, la única gran economía de la Eurozona que aún tenía previstas tasas negativas intertrimestrales era precisamente España. Tanto Alemania como Francia dejaron atrás la recesión a mediados de año, aunque con unos motores muy distintos. La economía germana se apoyaba en la demanda externa casi exclusivamente, mientas que el crecimiento francés tenía unas bases más amplias. Los efectos sobre las finanzas públicas también han sido distintos ya que el déficit en Francia se situó en el 8,2% del PIB por el 3,2% alemán. Por su parte, Gran Bretaña ha tardado un poco más en dejar atrás las tasas negativas, habiéndolo logrado en el último tramo de 2009 y gracias, en gran medida, a los impulsos fiscales del Gobierno Brown.
Finalmente, la economía española, al contrario de la alemana, cerrará 2009 con un recorte del PIB limitado -3,6%, pero con un impacto en el empleo enorme. La tasa de paro se acerca poco a poco al 19% y el pesimismo sobre la situación del país es generalizado. Sin embargo, a pesar de los malos presagios, algo comienza a moverse. El consumo interno se acerca a tasas positivas y la inversión industrial ya sumaba en el tercer trimestre. El panorama que dibujan hoy los analistas es una economía que aún perderá posiciones en 2010 (en torno al 0,5%), y que no volverá a crear empleo hasta muy avanzado el nuevo año. A este escenario hay que sumarle los problemas de contagio de la situación griega, lo cual no sería lógico dado que la fortaleza de ambas economías es muy dispar. Sin embargo es un punto en el que han comenzado a coincidir algunos inversores y analistas internacionales. Los problemas derivados de esta asociación no tienen porqué afectar directamente a los fundamentos de la economía, pero pueden tener graves repercusiones sobre la credibilidad de España como país en los mercados financieros mundiales, encareciendo la financiación del déficit –disparado a causa de las políticas de apoyo a la demanda agregada y por el incremento del gasto social– y del propio sistema crediticio nacional.
Nos enfrentamos, por tanto, a un 2010 no exento de dificultades, sobretodo en el ámbito nacional. Un año en el que habrá que tomar decisiones importantes en materia de política económica –España necesita recuperar la credibilidad perdida– y en el que el sistema bancario seguirá siendo uno de los protagonistas. Una vez aprobado el FROB por las autoridades de Bruselas, el mapa de las entidades de crédito nacional se va a ver sustancialmente modificado, particularmente en el ámbito de las cajas de ahorro. En este contexto, el fragmentado universo de las Cooperativas de Crédito debe optar por la mejora de la eficiencia y la competitividad, la cual pasa, en la mayor parte de las ocasiones, por la concentración y, como marca nuestro espíritu, por la cooperación. El Banco de España ha marcado el camino a seguir y es responsabilidad de las entidades aprovechar esa vía para salvaguardar el importante papel que las cooperativas jugamos en el crédito agrario y general.
Si bien, el camino que hay que recorrer se plantea complicado, hay que reconocer que el entorno internacional va a ser más propicio que hasta ahora y que las previsiones de crecimiento del comercio internacional presentará oportunidades para las empresas españolas, entre ellas las financieras. Al igual que el entrenamiento fortalece al deportista, el año que ya hemos dejado atrás nos ha obligado a prepararnos a conciencia, y ello nos permite mirar hacia el futuro siendo moderadamente optimistas.

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