Ojos de perro azul, el primer Gabriel García Márquez
Gracias al catálogo en castellano de Amazon, la única tienda de ebooks con precios de ebooks, he tenido acceso a la recopilación de cuentos de García Márquez, Todos los Cuentos. Alguno de los libros ya lo había leído, pero otros no, como es éste "Ojos de perro azul".
Vaya por delante mi absoluto delirio con este escritor, que me tuvo leyendo de seguido Cien años de soledad la primera vez que me enfrenté a él. Este autor forma parte de mi particular trinidad de escritores en castellano, junto con Borges (otro maestro de la distancia corta) y Vargas Llosa (aunque éste último está ya en decadencia creativa).
A lo que voy. Lo primero que he de decir de este conjunto de narraciones es que me ha costado encontrar al Gabo que conozco. Los primeros cuentos, muy alambicados, apenas dejan entrever la historia, enredándose en el preciosismo de la forma y olvidándose de la magia del fondo. Cuentos en exceso barrocos y sin apenas el "color" tan especial y característico de García Márquez. Sin embargo, a partir del propio Ojos de perro azul, empieza a ser reconocible, llegando a ser ya totalmente él con Nabo, el negro que hizo esperar a los ángeles, para mi gusto el mejor del conjunto.
En este libro aparecen ya alguna de las obsesiones del escritor. Nos encontramos con el Coronel Aureliano Buendía en un par de cortes, aunque de forma tangencial, aparece también Macondo, siendo el paisaje central de Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo y, por supuesto, la muerte. Al principio de una forma mucho más protagónica, y según avanzamos por entre los relatos siendo parte de la motivación de los personajes. En el ya mencionado Nabo, el negro que hizo esperar a los ángeles, el autor juega con el tiempo, pero también con la locura como interludio entre las muertes y con imágenes tradicionales como el coro de ángeles. La factura del relato es ejemplar y el cierre de deja satisfecho y con el regusto de haber leído algo que trascenderá el tiempo.
En resumen, un libro que para mi gusto comienza un tanto flojo pero que va ganando altura según se van desgranando cuentos, hasta cerrar con algunos de los mejores que ha escrito el Nóbel colombiano.
Vaya por delante mi absoluto delirio con este escritor, que me tuvo leyendo de seguido Cien años de soledad la primera vez que me enfrenté a él. Este autor forma parte de mi particular trinidad de escritores en castellano, junto con Borges (otro maestro de la distancia corta) y Vargas Llosa (aunque éste último está ya en decadencia creativa).
A lo que voy. Lo primero que he de decir de este conjunto de narraciones es que me ha costado encontrar al Gabo que conozco. Los primeros cuentos, muy alambicados, apenas dejan entrever la historia, enredándose en el preciosismo de la forma y olvidándose de la magia del fondo. Cuentos en exceso barrocos y sin apenas el "color" tan especial y característico de García Márquez. Sin embargo, a partir del propio Ojos de perro azul, empieza a ser reconocible, llegando a ser ya totalmente él con Nabo, el negro que hizo esperar a los ángeles, para mi gusto el mejor del conjunto.
En este libro aparecen ya alguna de las obsesiones del escritor. Nos encontramos con el Coronel Aureliano Buendía en un par de cortes, aunque de forma tangencial, aparece también Macondo, siendo el paisaje central de Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo y, por supuesto, la muerte. Al principio de una forma mucho más protagónica, y según avanzamos por entre los relatos siendo parte de la motivación de los personajes. En el ya mencionado Nabo, el negro que hizo esperar a los ángeles, el autor juega con el tiempo, pero también con la locura como interludio entre las muertes y con imágenes tradicionales como el coro de ángeles. La factura del relato es ejemplar y el cierre de deja satisfecho y con el regusto de haber leído algo que trascenderá el tiempo.
En resumen, un libro que para mi gusto comienza un tanto flojo pero que va ganando altura según se van desgranando cuentos, hasta cerrar con algunos de los mejores que ha escrito el Nóbel colombiano.
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