Un debate sobre el "Modelo Almería" en ECOAGRA
En los últimos días he estado debatiendo con Jorge Hernández a propósito del modelo Almería a través de una lista de distribución espcializada en economía agraria y de los recursos naturales. Lo que viene a continuación es el resultado de cortar y pegar en orden los mensajes. Para su mejor interpretación he usado colores: rojo para las intervenciones de Jorge y verde para las mías.
Enviado el: lunes, 04 de abril de 2011 12:58
Sobre el llamado Modelo Almería dos puntualizaciones, que dan mi modesto punto de vista. Y digo modesto pues en una buena parte me considero coadyuvante en su tiempo a lo que fue un modelo intensivista de horticultura. Al respecto confieso que ayudó mucho a los holandeses que fundaron Tierras de Almería, mis aportaciones en el Congreso de economístas hortofrutícolas de los años 84 titulada "Influencia de los costes del agua en la producción hortofrutícola". Desde los años 77 fui uno de los primeros especialistas de España en irrigación localizada, de la que se derivó el modelo productivo de Almería. Pero insisto en que la técnica de irrigación no es negativa.
En nombre de David Ucles Aguilera Enviado el: martes, 05 de abril de 2011 11:10
Gracias por llamarme joven, si fuera un poco más vanidoso, me hubiera puesto hasta colorado :-) Creo que vamos llegando a puntos de encuentro. Llevo defendiendo hace tiempo que una de las virtudes de este modelo es su capacidad de diversificación, por eso ha sido durante tanto tiempo el corazón económico de la provincia. Posiblemente no ha diversificado cultivos, pero si actividades. Como ya te he comentado, muchas de las rentas agrarias se han invertido en otros sectores, principalmente el de las empresas de la industria y servicios auxiliares a la agricultura (ISA). También han ido muchas al ladrillo durante la última década, lo cual no es nada diferente de lo sucedido en el conjunto del país. A lo que iba. Esas empresas comenzaron produciendo para las explotaciones de Almería, pero hoy generan bienes y servicios para muchas otras agriculturas. Primero similares a la almeriense, ahora de casi cualquier tipo. Pero es que, en unos cuantos casos, la actividad ha logrado desbordarse hacia otros sectores, como ha sucedido con la propia Cajamar o las empresas de software y maquinaria. O sea, que si hay diversificación. Más de la que parece a simple vista. Y, desde el punto de vista de lo que comentas, la acuicultura se desarrolló en la provincia desde la década de los 90, con granjas de engorde de Dorada y Lubina. La investigación agraria en la provincia está desde hace tiempo empeñada en varias líneas: mejora de las estructuras de invernadero, reutilización de los residuos, procesos de control integrado, optimización de plásticos, etc. Por otro lado, hay desde hace ya mucho tiempo un importante número de hectáreas funcionando con agricultura ecológica, las cuales tienen similares problemas a las demás. Se está trabajando con microalgas de diversas especies; puedes ver algunos de los reactores más avanzados del mundo en la estación experimental de la Fundación Cajamar. También hay experiencias de desarrollo del resto de gamas de producto, y hasta una cadena de verdulerías propiedad de las cooperativas. El modelo no es monolítico, se mueve y se intenta adaptar.
Es cierto que el sistema está contra las cuerdas, pero no creo que sea una crisis propia del modelo Almería, al menos no sólo. La globalización está en la base de lo que sucede con la agricultura, con las agriculturas de toda Europa. Si me apuras está también en la base de la crisis financiera y de deuda en la que estamos inmersos. Es una crisis de sistema económico general. Y de la crisis sistémicas se puede salir habiendo reformado el sistema por completo (no parece que este sea el caso, por desgracia) o dándole unos cuantos retoques para que dure unos cuantos años más (sí, un salto mortal hacia delante, o una patada a seguir). En la versión actual del sistema capitalista, tanto los procesos industriales como los de distribución se han "commoditizado". El valor lo incorporan (o se lo quedan, depende del relato ideológico que elijamos) los procesos de diseño (aunque cada vez menos, pues la tendencia marca también hacia la canalización de esta fase de la producción) y de venta menor. En la cadena agroalimentaria esto se traduce en un poder omnímodo de la gran distribución que es la que impone qué se vende y cómo (y bajo qué certificaciones). Es también la que está canibalizando la diferenciación de los productos, al introducir sus propias familias de marcas. Lo del consumidor que elije libremente es un bonito párrafo en los libros de texto, pero está bastante alejado de la actual realidad.
Resumiendo este largo parlamento: 1. El modelo Almería no es ni malo ni bueno, sino todo lo contrario. Es una estrategia de supervivencia que ha funcionado durante mucho tiempo y que intuyo que seguirá funcionando porque; 2. El problema de fondo es sistémico, estamos digiriendo la globalización y va a ser una digestión pesada, pero mientras la sociedad no se indigne y exija un cambio, las reglas del juego básicas van a seguir siendo las mismas.
PD: Sólo llevo trabajando para la Fundación Cajamar desde 2008, aunque me siento orgulloso de pertenecer a una entidad cooperativa en la que el esfuerzo, la humildad y el trabajo son parte del ADN fundacional.
Un saludo,
Enviado el martes 05/04/2011 12:22
Volvemos a coincidir en tu impresión sobre el populismo, en su momento cierto medio de comunicación local estuvo azuzando a los agricultores contra mi porque había osado decir que estaban optando por posiciones acomodaticias al pedir subvenciones en vez de seguir con su actitud proactiva. Ahora bien, no debería sorprendernos que ocurran estas manifestaciones, son parte de la historia y siempre que un colectivo (campesino o no) siente lesionados lo que considera sus legítimos derechos protesta. No obstante, que yo sepa aún no se han organizado cuadrillas de agricultores almerienses para volcar camiones marroquíes. Lo que si se ha producido es que algunos agricultores almerienses han cruzado el charco para producir allí, mientras que otros se han optado por llegar a acuerdos con gente de allí para complementar producciones y algunos otros están comercializando productos tanto de origen marroquí como almeriense. También te comento que me parece que no es menos insostenible el modelo productivo de hortalizas almeriense que el marroquí o que el holandés (mucho más exigente en términos de energía y altamente subvencionado por el lado de la cogeneración).
Respecto a la agricultura de proximidad, efectivamente que es un modelo que hemos perdido y que es mucho más sostenible que el actual. Sin embargo, dudo que podamos volver ni siquiera a medio plazo al modelo aldea, más que nada porque si la ONU no anda descaminada, desde 2007 ya hay más gente viviendo en ciudades que en el campo, lo que tiene serias implicaciones desde el punto de vista de la sostenibilidad. Las ciudades son grandes puntos negros en casi todas las facetas ambientales. Además, mientras los incentivos de unos y otros se sigan midiendo en términos monetarios va a resultar muy complicado que los productores de menor coste no quieran vender en los mercados de mayor precio, siempre que el producto aguante y el coste de transporte compense. Una opción sería plantearnos una fiscalidad ambiental fuerte sobre el transporte de mercancías, aunque me temo que quién lo propusiera estaría abocado a ser acusado de proteccionista y de ir en contra del desarrollo de los pueblos menos favorecidos.
Veo antes una agricultura tendente al cierre de sus ciclos ecológicos, siendo social y ecológicamente sostenible localmente y consumiendo grandes dosis de energía y recursos para llegar a unos mercados en los que obtendrán unos magros ingresos, por muy ecológicos que sean sus producciones.
En fin, no quiero llevar tu voz al desaliento, sé ya que eres inasequible al desaliento, pero cada día estoy más convencido que nuestra naturaleza humana está en la esencia de todas nuestras manifestaciones y que este sistema económico del que nos hemos dotado es, en el fondo, de lo más humano que somos capaces de crear.
Un saludo (tal vez pelín lacónico)
Enviado el: lunes, 04 de abril de 2011 12:58
Sobre el llamado Modelo Almería dos puntualizaciones, que dan mi modesto punto de vista. Y digo modesto pues en una buena parte me considero coadyuvante en su tiempo a lo que fue un modelo intensivista de horticultura. Al respecto confieso que ayudó mucho a los holandeses que fundaron Tierras de Almería, mis aportaciones en el Congreso de economístas hortofrutícolas de los años 84 titulada "Influencia de los costes del agua en la producción hortofrutícola". Desde los años 77 fui uno de los primeros especialistas de España en irrigación localizada, de la que se derivó el modelo productivo de Almería. Pero insisto en que la técnica de irrigación no es negativa.
El primero esta noticia de Holanda: Holanda veta las hortalizas españolas? http://www.gastronomiaycia.com/2011/03/30/holanda-veta-las-hortalizas-espanolas/
Recuerdo a la concurrencia que un boicot de índole semejante se dio ya por parte de Suiza. Y que Alemania intervino hace tres campañas años en el mercado hortícola por los residuos químicos. Y que en las dos ocasiones hubo reclamos patrióticos, que niegan la crítica social interna en nuestro país, como si de animar al equipo de fútbol de España se tratara. En el caso de los colectivos de derechos cívicos de Suiza tuve que oir que se les aplicó la palabra terroristas. Craso error que agravó el problema.
El segundo.: Es innegable que la lucha biológica en Almería estuvo enterrada durante años en manos de personas de determinadas ccooperativas y del campo de la ciencia a los que no se les hacía ni caso. Ahora esas personas han sido rehabilitadas y la recién extendida agricultura integrada ha minorado la presencia de pesticidas y productos químicos de síntesis. Lo celebro!! Pero sigo viendo en un modelo monocultivo un problema, ya que estandariza mucho las variedades y especies producidas, produciendo riesgos de virosis. Por algo se anima la Biodiversidad por las Naciones Unidas. Y la agricultura forzada bajo invernadero, asegura producciones, pero limita los productos a estandares con limitaciones para la salud y el placer con mayúsculas PLACER SENSORIAL. Solución? La hay y la habrá. Entre otras, equilibrar balanzas en favor de una agricultura más local y diversificar instalaciones al objeto de evitar la absurda CONCENTRACION y explotación social del Sur. Recuerden lo dicho para los esclavos en las explotaciones de lo que el >viento se llevó. Yque las Cortes de Cadiz, que tanto festeja el Sr. Rajoy, dejaron intacta la esclavitud que mis paisanos abolicionistas de Zaragoza se encargaron de combatir con posterioridad.
En España, hay muchos españoles y tipo de españoles.!! Así que huyamos de estereotipos y procedamos a diálogos antes que reconversiones salvajes por no haber preparado el futuro.
At 07:41 05/04/2011, David Ucles Aguilera wrote:
Estimado Jorge, me alegra que hayas puntualizado. Me da la impresión por tus referencias continuas al denominado modelo Almería que no es precisamente santo de tu devoción. Sin embargo creo que no eres demasiado ecuánime con él. Por supuesto que tiene muchos defectos, pero hay que reconocerle alguna virtud. Antes de que la agricultura intensiva (te recuerdo que se llamaba así porque era intensiva en MANO DE OBRA y CAPITAL, no sólo en capital), o mejor dicho, antes de que la horticultura de regadío existiera en Almería, esta provincia era la más pobre de España (por debajo incluso de las provincias gallegas y extremeñas), y la gente emigraba masivamente (entre 1910 y 1981 salió de la provincia el equivalente al 95% de la población que había en el censo de 1910). En cierta forma, la redención económica de esta provincia vino de las hortalizas (como en el pasado vino de la uva, o de la naranja o de la minería; todas producciones primarias o de extracción con el foco puesto en los mercados internacionales).
Por otro lado, cuando se habla de un modelo de agrobussines, se da una imagen de agro muy empresarial, pero la realidad que sigue predominando en la provincia es la de la pequeña explotación familiar (la explotación media no supera las 2 Has). Este modelo permitió que los beneficios fueran distribuidos de forma bastante homogénea por la población, permitiendo la emergencia de unas amplias clases medias agrarias que son la base de la economía provincial. Por otro lado, la existencia de unas 27.000 has. (hace años que la superficie ya nocrece) ha permitido el desarrollo de empresas locales de productos y servicios para esa agricultura, suplantando en más de una ocasión el papel de las multinacionales y permitiendo el desarrollo de un nuevo sector económico. Es decir, este es un modelo con unos importantes beneficios sociales.
Desde mediados de los 90, el cambio generacional en las explotaciones y la prolongación de la vida académica de las nuevas generaciones produjo un importante proceso de asalarización de las labores del campo, hasta ese momento soportadas por la sobre explotación del trabajo familiar.
La creciente demanda de mano de obra posibilitó que Almería comenzara a ser la puerta de entrada de una inmigración irregular que tenía posibilidades de iniciar su sueño europeo en las explotaciones almerienses, las cuales siempre consideraban como estación de paso.
Aquí se produce un círculo vicioso de complicada resolución. Si bien es cierto que en el colectivo de agricultores (unos 13.000) hay desaprensivos, también lo es que en ocasiones resultaba francamente complicado encontrar mano de obra "legal" ya que una vez que los trabajadores lograban legalizar su situación huían a otros sectores (como fueron la construcción y la hostelería) cuando no a otras provincias o lugares de Europa. De esta forma se produce la paradoja de que cada vez es necesaria una mano de obra más cualificada y ésta es casi imposible de lograr por la marcha de los trabajadores con experiencia. Asimismo, al igual que el resto de los sectores agrarios se están viendo presionados tanto por el lado de la demanda (las condiciones impuestas por la gran distribución son igual de duras para el vacuno, el porcino o las hortalizas), como por el lado de los insumos (en este caso energía, plásticos y demás derivados del petróleo). Es decir, se dan las condiciones para que el mercado de trabajo tienda a ser informal, con una oferta de trabajo muy elástica y una demanda que se encuentra muy comprometida desde el lado de la rentabilidad. Es evidente que esto no justifica los comportamientos asociales o directamente delictivos por parte de los agricultores, pero ayuda a entenderlo. También habría que tener en cuenta que hablamos de muchas pequeñas explotaciones, no de un sistema de gran empresa en la que resulte más sencillo ordenar y costear las necesidades básicas de sus trabajadores. Con todo, el sector ha realizado múltiples esfuerzos para regularizar la mano de obra, acudiendo a contratos en origen y aumentando el número de hectáreas con certificaciones de carácter social.
Respecto a la expansión del control biológico, no te falta razón, aunque no debemos olvidar que la mayoría de los agricultores cumplen y siempre han cumplido la normativa. Y, si el control biológico no ha entrado antes en el campo almeriense, era porque no estaba pagado por el mercado y porque no había protocolos establecidos o adecuados para muchas de las producciones locales. El problema del pimiento hizo que los agricultores lo adoptaran masivamente, pero fue posible porque para entonces ya había soluciones rentables para el pimiento. Aún hoy, por ejemplo, sigue habiendo algunos problemas con el tomate, y por eso no está igual de extendido que en el pimiento. La diferencia con otros modelos es que empresas de la zona están invirtiendo y desarrollando procedimientos adaptados a las condiciones de cultivo de la zona.
Perdonad la extensión, espero no haberos cansado y haber añadido algo de luz al tema. Un saludo
De: Foro sobre economia agraria y de los recursos naturales En nombre de Jorge Hernandez Enviado el: martes, 05 de abril de 2011 11:34
Mira David.
Cuando tu eras niño ... yo ya me jugaba el tipo, distribuyendo panfletos con el encabezamiento del Ejido Obrero y Campesino, en defensa de esa gente sencilla que desde Alemania defendía a los de sus pueblos de Almería. Y en su recuerdo yo apoyé el llamado Modelo Almería, de la mano de los holandeses. Porque se como tu, lo difícil que es el desarrollo de las zonas áridas. Debes saber que Zaragoza y Almería son las dos zonas más áridas de España y a mí me tocó ir a redimir los Monegros (Un poco de costismo en su centenario).
Pero cuando Tomás García Azcarate y yo, entre otros muchos que éramos responsables de los Mercados de Frutas y Hortalizas, nos acercamos a Roquetas a la Conferencia de cooperativas del año 2003, vi que o no llegamos o nos pasamos. El monocultivo de algo, siempre provoca desequilibrios. Se me asemeja a los de los bares.
Como uno lo pone, el otro también. Y en eso las Cajas habéis tenido, como en la construcción, una grandísima parte de responsabilidad. Es muy cómodo repetir esquemas y ahora os encontráis cara a la pared y con problemas. Vosotros y el complejo sistema de Almería.
Y sinceramente hay que lograr ese reequilibrio, antes de que el modelo se COLAPSE. Algo sobre lo que debemos meditar antes de que suceda una debacle .... y eso no sería de extrañar ante la globalización internacional y los postulados de un nuevo sistema alimentario. Creo que sobre Almería he leído cosas muy interesantes con las que podríais diversificar la economía.
(acuicultura, tecnología farmaceútica, tecnología industrial ...). La clave está en la palabra DIVERSIFICAR y ser sustentable. Y Cajamar debe convertirla en vocabulario de obligado cumplimiento.
Gracias por tus reflexiones y nada más lejos de mí de odio hacia Almería, pues somos hermanos de torridez milenaria y me encanta el licor de higo chumbo que hace un paisano de tu tierra. Si queréis podemos formar con Méjico, Siria y otros puntos ... un centro de Investigación de recursos agrícolas en zonas áridas. Allá donde la guindilla se extrema y la alcaparra emerge como frontera en el desierto. Así que reflexionemos sobre los santos, su devoción y la voz que clama en el desierto ... pues en Israel comprendí que el Mar Muerto se había convertido en el Mar de la Vida, gracias al potasio y sus sales. Es cuestión de investigar, estudiar y diversificar.
En nombre de David Ucles Aguilera Enviado el: martes, 05 de abril de 2011 11:10
Gracias por llamarme joven, si fuera un poco más vanidoso, me hubiera puesto hasta colorado :-) Creo que vamos llegando a puntos de encuentro. Llevo defendiendo hace tiempo que una de las virtudes de este modelo es su capacidad de diversificación, por eso ha sido durante tanto tiempo el corazón económico de la provincia. Posiblemente no ha diversificado cultivos, pero si actividades. Como ya te he comentado, muchas de las rentas agrarias se han invertido en otros sectores, principalmente el de las empresas de la industria y servicios auxiliares a la agricultura (ISA). También han ido muchas al ladrillo durante la última década, lo cual no es nada diferente de lo sucedido en el conjunto del país. A lo que iba. Esas empresas comenzaron produciendo para las explotaciones de Almería, pero hoy generan bienes y servicios para muchas otras agriculturas. Primero similares a la almeriense, ahora de casi cualquier tipo. Pero es que, en unos cuantos casos, la actividad ha logrado desbordarse hacia otros sectores, como ha sucedido con la propia Cajamar o las empresas de software y maquinaria. O sea, que si hay diversificación. Más de la que parece a simple vista. Y, desde el punto de vista de lo que comentas, la acuicultura se desarrolló en la provincia desde la década de los 90, con granjas de engorde de Dorada y Lubina. La investigación agraria en la provincia está desde hace tiempo empeñada en varias líneas: mejora de las estructuras de invernadero, reutilización de los residuos, procesos de control integrado, optimización de plásticos, etc. Por otro lado, hay desde hace ya mucho tiempo un importante número de hectáreas funcionando con agricultura ecológica, las cuales tienen similares problemas a las demás. Se está trabajando con microalgas de diversas especies; puedes ver algunos de los reactores más avanzados del mundo en la estación experimental de la Fundación Cajamar. También hay experiencias de desarrollo del resto de gamas de producto, y hasta una cadena de verdulerías propiedad de las cooperativas. El modelo no es monolítico, se mueve y se intenta adaptar.
Es cierto que el sistema está contra las cuerdas, pero no creo que sea una crisis propia del modelo Almería, al menos no sólo. La globalización está en la base de lo que sucede con la agricultura, con las agriculturas de toda Europa. Si me apuras está también en la base de la crisis financiera y de deuda en la que estamos inmersos. Es una crisis de sistema económico general. Y de la crisis sistémicas se puede salir habiendo reformado el sistema por completo (no parece que este sea el caso, por desgracia) o dándole unos cuantos retoques para que dure unos cuantos años más (sí, un salto mortal hacia delante, o una patada a seguir). En la versión actual del sistema capitalista, tanto los procesos industriales como los de distribución se han "commoditizado". El valor lo incorporan (o se lo quedan, depende del relato ideológico que elijamos) los procesos de diseño (aunque cada vez menos, pues la tendencia marca también hacia la canalización de esta fase de la producción) y de venta menor. En la cadena agroalimentaria esto se traduce en un poder omnímodo de la gran distribución que es la que impone qué se vende y cómo (y bajo qué certificaciones). Es también la que está canibalizando la diferenciación de los productos, al introducir sus propias familias de marcas. Lo del consumidor que elije libremente es un bonito párrafo en los libros de texto, pero está bastante alejado de la actual realidad.
Resumiendo este largo parlamento: 1. El modelo Almería no es ni malo ni bueno, sino todo lo contrario. Es una estrategia de supervivencia que ha funcionado durante mucho tiempo y que intuyo que seguirá funcionando porque; 2. El problema de fondo es sistémico, estamos digiriendo la globalización y va a ser una digestión pesada, pero mientras la sociedad no se indigne y exija un cambio, las reglas del juego básicas van a seguir siendo las mismas.
PD: Sólo llevo trabajando para la Fundación Cajamar desde 2008, aunque me siento orgulloso de pertenecer a una entidad cooperativa en la que el esfuerzo, la humildad y el trabajo son parte del ADN fundacional.
Un saludo,
En nombre de Jorge Hernandez Enviado el: martes, 05 de abril de 2011 12:26
En eso estamos totalmente de acuerdo. Si un pasado no está revalidado por el presente, es pura entelequia.
Pero tampoco acepto que se adopten posiciones populistas de defensa del actual campesinado, para defender lo que ha sido una torpeza de las organizaciones agrarias y sobre todo del entramado financiero, para defender un desarrollismo anacrónico de los años 60. El populismo ya fue base del fascismo y es notoriamente diferente, defender al campesino, que llevarlo a enfrentarse a otros campesinos de otros países en aras de un egoísmo local inviable en el campo del comercio internacional. Eso es lo que yo llamaba defensa patriótica para defender un modelo inviable y equilibrado de horticultura.
La palabra Horto deriva del prefijo germánico ort (aldea), para definir cultivos agrarios cercanos a la aldea. Y es lamentable que la horticultura local fresca, biodiversa y de calidad de proximidad fuera tumbada por un exclusivismo de un modelo agroindustrial. Ahora nos toca reconstruir poco a poco lo que nunca debimos dejar de producir. Cultivos de proximidad, locales, próximos, sostenibles, saludables y biodiversos. Vamos ... como los viejos cultivos cercanos a la aldea (ort). Repito y volveré a repetir que eso se cita ya como paradigma alimentario en el New York Times, en la City Londinense o en Amsterdam. Y digo yo que algo habrá que oir de esa voz joven, cargada de madurez.
O preferimos montar algaradas y tirar los tomates de Africa al suelo? Eso es lo que hicieron los de Perpignan y hoy es el núcleo más activo de la extrema derecha francesa, que clama por el exclusivismo frente a los adecuados equilibrios que reclamo. Me duele mucho ver en mi casa lo que no me gusta en la de los demás.
Enviado el martes 05/04/2011 12:22
Volvemos a coincidir en tu impresión sobre el populismo, en su momento cierto medio de comunicación local estuvo azuzando a los agricultores contra mi porque había osado decir que estaban optando por posiciones acomodaticias al pedir subvenciones en vez de seguir con su actitud proactiva. Ahora bien, no debería sorprendernos que ocurran estas manifestaciones, son parte de la historia y siempre que un colectivo (campesino o no) siente lesionados lo que considera sus legítimos derechos protesta. No obstante, que yo sepa aún no se han organizado cuadrillas de agricultores almerienses para volcar camiones marroquíes. Lo que si se ha producido es que algunos agricultores almerienses han cruzado el charco para producir allí, mientras que otros se han optado por llegar a acuerdos con gente de allí para complementar producciones y algunos otros están comercializando productos tanto de origen marroquí como almeriense. También te comento que me parece que no es menos insostenible el modelo productivo de hortalizas almeriense que el marroquí o que el holandés (mucho más exigente en términos de energía y altamente subvencionado por el lado de la cogeneración).
Respecto a la agricultura de proximidad, efectivamente que es un modelo que hemos perdido y que es mucho más sostenible que el actual. Sin embargo, dudo que podamos volver ni siquiera a medio plazo al modelo aldea, más que nada porque si la ONU no anda descaminada, desde 2007 ya hay más gente viviendo en ciudades que en el campo, lo que tiene serias implicaciones desde el punto de vista de la sostenibilidad. Las ciudades son grandes puntos negros en casi todas las facetas ambientales. Además, mientras los incentivos de unos y otros se sigan midiendo en términos monetarios va a resultar muy complicado que los productores de menor coste no quieran vender en los mercados de mayor precio, siempre que el producto aguante y el coste de transporte compense. Una opción sería plantearnos una fiscalidad ambiental fuerte sobre el transporte de mercancías, aunque me temo que quién lo propusiera estaría abocado a ser acusado de proteccionista y de ir en contra del desarrollo de los pueblos menos favorecidos.
Veo antes una agricultura tendente al cierre de sus ciclos ecológicos, siendo social y ecológicamente sostenible localmente y consumiendo grandes dosis de energía y recursos para llegar a unos mercados en los que obtendrán unos magros ingresos, por muy ecológicos que sean sus producciones.
En fin, no quiero llevar tu voz al desaliento, sé ya que eres inasequible al desaliento, pero cada día estoy más convencido que nuestra naturaleza humana está en la esencia de todas nuestras manifestaciones y que este sistema económico del que nos hemos dotado es, en el fondo, de lo más humano que somos capaces de crear.
Un saludo (tal vez pelín lacónico)
Última respuesta de Jorge Hernández:
ResponderEliminarGracias David!! Una aportación que dice mucho de tí.
1.- Convendremos que si en todos los lados cuecen habas, en España a calderadas. Pero es que no es cierto que en todos los sitios se haya dado el mismo problema. Por ejemplo mira el equilibrio de una provincia como Guipuzcoa que tiene un desarrollo territorial e industrial equilibrado.
Allí la tasa de paro es del 8,5% Y la base cooperativa del grupo Mondragon que se da en esa zona y que fue una de las zonas donde se inició en el siglo XVIII las Juntas de Vergara de los emprendedores Sociedad de Amigos del País.
Diversificar no es solo hablar en clave agraria, sino industrial, territorial ... aparte de dejar claro que mi amigo German Arrien levantó allí el primer núcleo de Slowfood. En esa provincia se da la concentración más grande de toda Europa del buen comer. Eso lo dice hasta el del restaurante danés Noma. Y es que su base industrial, su poder adquisitivo y pasión gastronómica es única en España. Es lo que yo comento de valor agregado, como en Alemania. Y esos valores agregados provienen de estructuras complejas.
2.- No me declaro enemigo de nada. Simplemente defiendo el equilibrio como base de desarrollo sustentable. Y me parece de cine las readaptaciones de Almería. Y no sólo porque allí se dieran las películas del Oeste como único reclamo para esa tierra, sino porque en Almería se hacen esfuerzos de readaptación que son los que hay que proseguir. Pero hay que aprender de lo sucedido en Chile y hay que diversificar más especies marinas, para evitar la concentración del salmón y el virus ISA, aparte de iniciar la piscicultura más extensiva. En cuanto a lo de las Algas creo que Bretaña y Galicia son puntos muy interesantes. Pero insisto en la necesidad de no dejar la economía rural en bases agrarias o alimentarias.
3.- Las tesis de Piorée y Sabel de los años 80 recomendaban a varias fundaciones norteamericanas de la necesidad de caminar hacia un acuerdo multipolar neokeynesiano. Y se ha dejado que el capital caminara sin ninguna regulación. Y eso sigue pendiente. Como sigue pendiente que España reduzca administraciones públiias y aumente los servicios públicos (reconducir el gasto). Como tu dices adaptarse a los cambios.
4.- Sobre el modelo de distribución .... eso es un cantar que merece reflexiones más profundas. Pero eso para otro día.