Confianza y fragilidad
Este artículo me lo ha pedido el periódico Agricultura Sí para el viernes, pero viendo el desenlace de la situación y que tenía un par de horas perdidas en Barajas, he decidido adelantar su entrega. Hace unos años escribía en un libro sobre el sistema agroalimentario mundial que este sector y el financiero compartían una materia prima común: la confianza. Los consumidores de servicios financieros confían en que las entidades en las que tienen depositados sus ahorros se los devolverán al completo llegado el caso, de la misma forma que se fía de un pedazo de papel en el que aparecen unas cifras en euros, a pesar de que el propio papel tiene muy poco valor. En el caso del agroalimentario, los consumidores creen que los productos que se exponen para la venta en los lineales de los supermercados y en las baldas de los puestos son aptos para el consumo. Los sistemas de alerta alimentaria y multitud de reglamentaciones nacionales e internacionales velan por que esa garantía sea cierta. De a