La locura y la verdura
Artículo para la columna mensual de El Economista. Jobs, Alejandro Magno y Roig podrían tener algo en común... El futuro es lo que los visionarios sueñan y los demás sólo gastan al convertirlo en pasado. El mundo avanza gracias a un pequeño grupo de personas geniales que se arriesgan a soñar con alternativas no convencionales y que las intentan llevar a cabo antes de que los demás siquiera hayan comenzado a sospechar que la imposibilidad no es absoluta. Hace unos días leía la biografía de Steve Jobs, el revolucionario (nunca mejor dicho) líder de Apple. Y me vino a la cabeza una posible comparación histórica. Este hombre tenía el mismo temperamento que Alejandro Magno. El macedonio pensó que era posible vencer al todopoderoso rey de Persia, y no sólo lo pensaba, sino que convenció a un grupo de hombres para llevar a cabo dicha aventura. Y lo hizo. Posiblemente estaba algo loco ya que tenía un ego tan grande que quiso inventarse como hijo de un Dios: Amón. Jobs tampoco...