Yo serví al rey de Inglaterra, de Bohumil Hrabal

Una novela escrita en tres semanas. Un don nadie a la checa en la que un personaje insignificante atraviesa por diversos momentos de la historia mientras transcurre la suya propia. Jan comienza su carrera como mozo, dispuesto primero a ser camarero, dueño de hotel y millonario. Y todo ello lo va logrando siendo prácticamente inconsciente de todo lo que pasa a su alrededor.
Aunque en la contracubierta del libro se hace referencia a El buen soldado Svejk, el personaje central no es estúpido. Tiene claro lo que quiere en todo momento, no sólo pasa por la vida inundando de caos todo a su paso, sino que actúa para lograr sus objetivos. Lo cual es otra de las claras diferencias, este personaje tiene objetivos y los consigue. Aunque también es cierto que la vida le va poniendo trampas de la más diversa índole. No es simple, pero tampoco es demasiado listo en ocasiones. Por eso, queriendo ser reconocido como millonario pide ser encerrado en la cárcel con los demás millonarios por las nuevas autoridades soviéticas.
Jan busca en todo momento dos cosas: un maestro de quien aprender, y la aprobación de todos. Pero en el peor momento se enamora de una alemana activista nazi. Mientras las tropas alemanas invaden su país pasa a ser despreciado por los suyos como traidor, pero también por los propios alemanes que sólo le soportan porque está casado con la preciosa enfermera del Reich.
Lo que si es similar a la novela de Svejk es el ritmo, el tempo de a narración, y el paisaje. Una transcurre en la primera guerra mundial y la otra en torno a la segunda (antes, durante y después), aunque ambos protagonistas podrían intercambiarse sin demasiados problemas. El relato aquí se hace en primera persona, y como si Jan estuviera contando a un público variado su historia. Yo me lo imagino en la sobremesa de uno de esos hoteles restaurantes de su Chequia natal, rodeado de parroquianos bien cargados de cerveza y sopas de cebolla. El libro está lleno de un fino sentido del humor, basado en las situaciones esperpénticas en las que nuestro Jan se ve envuelto.
En suma, una excelente lectura, entretenida y, a la vez, muestra de gran literatura. A ver si Galaxia se anima y sigue editando en español la obra de esta especie de Cervantes checo.

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