Horas de trabajo y productividad

Ayer saltaba en la prensa una noticia que (en realidad no es noticia, ya que esto ocurre desde hace tiempo) afirmaba que los españoles trabajan más horas que los alemanes (enlace). La noticia me llego por un twit de El Economista que yo retuiteé con comentario. Supongo que ellos a su vez lo reenviaron y se armó un cierto revuelo con lo de la eficiencia de esas horas (o sea, con lo que los economistas llamamos productividad).

Conversación tipo

En un momento dado yo le pedía a uno de los intervinientes en las múltiples conversaciones que mirar la evolución de nuestra productividad, que se sorprendería. No sé si lo hizo, yo sí. Y este es el resultado (por cierto, la fuente de todos los gráficos es Eurostat). En este primero se puede comprobar como desde al menos 2005, la productividad por hora trabajada de los españoles ha sido una de las que más ha crecido (al menos de los países de economías más grandes, los datos de R.U. no están):

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De hecho, esta última crisis y la consiguiente destrucción de empleo está sirviendo para acelerar el proceso. Sin embargo, cuando comparamos los datos no en índice o tasa, sino en euros por hora trabajada el mapa que se dibuja es distinto. En este indicador nuestra posición es tristemente la última, incluso por debajo de Italia:

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Muchos de mis comentaristas de ayer tenían razón, pero me dio la impresión de que asignaban la responsabilidad de la productividad solamente a los trabajadores. Y eso no es así. No creo que un trabajador español sea peor que uno alemán. La prueba es que los emigrantes españoles trabajando en Alemania tenían mayor productividad que aquí. ¿Cual es entonces la razón?
Veamos, el ratio del segundo gráfico se obtiene dividiendo el valor de la producción entre el número de horas totales trabajadas. Luego, una parte de la explicación puede estar en el qué se trabaja. La producción alemana cuenta con bienes de mayor valor unitario que la española, su economía tiene una mayor profusión de empresas en sectores de alto valor añadido, como la química, la electrónica, la maquinaria pesada, etc. Esto no depende de los trabajadores, al menos no al 100%; depende de la historia del país, de sus instituciones y de su nivel de conocimiento y desarrollo científicos.
Otra de las explicaciones es el nivel de inversión. Desde siempre, una de las fuentes de ganancia en productividad ha sido sustituir trabajo por inversión, en la industria casi siempre esto es bienes de equipo. No produce lo mismo por hora hombre de trabajo una planta robotizada al 100% que una en la que el trabajo manual sea primordial, por muy taylorista que sea la empresa. Y esto tampoco es cosa del trabajador al 100%: tiene que ver con los costes de mano de obra, con el entorno económico, con las expectativas de los empresarios o con los tipos de interés.
Así que, en resumen, podemos decir que seguramente trabajamos más horas que los alemanes porque somos menos productivos, y somos menos productivos porque nuestros sectores de especialización son menos intensivos en tecnología y capital. Aunque, desde luego, vamos por muy buen camino, a tenor de la pendiente continuamente creciente que dibuja nuestra evolución (primer gráfico).

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