El poder del miedo
¿Qué pasaría si alguien pusiera una bomba en la Casa Blanca y matase al presidente estadounidense? Afortunadamente, no ha sido necesario que suceda para saberlo. Al más puro estilo de Hollywood, alguien ha hackeado la cuenta de twitter de Associated Press y ha anunciado el falso atentado.
Durante 3 minutos en Wall Street ha cundido el pánico y, sin esperar mayor confirmación, el índice se ha pegado un batacazo histórico:
¿Cómo es posible que suceda esto? Como diría el Economista Observador, el miedo es libre... Pero, pensemos: ¿el asesinato de un presidente puede provocar una crisis económica? Aún siendo un suceso terrible, no sería lógico que hubiese un gran cambio en las tendencias fundamentales de la economía. A no ser que... A no ser que las expectativas de los agentes se deterioraran intensamente y durante el suficiente tiempo como para desencadenar una crisis. Pero los que han vendido durante esos tres minutos de pánico pueden haber perdido unas muy reales cantidades de dinero.
Otra pregunta ¿Qué pasó el 22 de noviembre de 1963 tras el asesinato de Kennedy, éste sí que muy real? No he encontrado datos de la sesión correspondiente, sólo datos de cierre diarios. Puede verse que el día del asesinato, el índice cayó (cosa que ya hizo el día anterior) y que luego se recuperó en cuanto el mercado volvió a abrir:
O sea, que los asesinatos de presidentes no parece que tengan efectos en la Bolsa, más allá de los primeros momentos de desasosiego.
Durante 3 minutos en Wall Street ha cundido el pánico y, sin esperar mayor confirmación, el índice se ha pegado un batacazo histórico:
Otra pregunta ¿Qué pasó el 22 de noviembre de 1963 tras el asesinato de Kennedy, éste sí que muy real? No he encontrado datos de la sesión correspondiente, sólo datos de cierre diarios. Puede verse que el día del asesinato, el índice cayó (cosa que ya hizo el día anterior) y que luego se recuperó en cuanto el mercado volvió a abrir:
O sea, que los asesinatos de presidentes no parece que tengan efectos en la Bolsa, más allá de los primeros momentos de desasosiego.
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