Revisitando Armas, gérmenes y acero

Hace unos meses, un amigo historiador me pasó el enlace de YouTube a la versión documental (lo añado al final) del famoso libro de Jared Diamond, "Armas, gérmenes y acero" (reseñado aquí). En él, el polifacético Diamond intenta buscar explicación a las diferencias de riqueza entre los países. Su explicación es sobre todo geográfica y, por tanto, bastante azarosa para los europeos (si el planeta hubiera estado configurado de otra forma, a lo mejor hubiéramos sido nosotros los conquistados). Esta explicación combina la forma de los continentes y las latitudes con el desarrollo de la agricultura y la ganadería en un momento inicial (que supondría una ventaja de partida incontestable para los euroasiáticos). La forma de Eurasia, además, influiría en una veloz extensión de las formas básicas de cultivo y ganadería. También la forma del continente y el temprano desarrollo de civilizaciones sirvió para que durante siglos las enfermedades diezmaran las poblaciones euroasiáticas dotándolas, a la vez, de una poderosa ventaja biológica con respecto a otros pueblos originarios de América o África.
Hay otras explicaciones alternativas, como la de Landes en "La riqueza y la pobreza de las naciones" (reseña en Wikipedia), que intenta explicar esas diferencias en términos culturales, siendo la cultura anglosajona y la japonesa las triunfadoras. También hay otra, más cercana en e tiempo y muy de moda actualmente, que carga las tintas en las instituciones y el funcionamiento de las mismas. Es la que Acemoglu y Robinson defienden en su "¿Por qué fracasan los países?" (reseña aquí). Se podría considerar que las instituciones, en el fondo, son una derivada de la cultura, pero de la forma en la que ellos presentan su teoría queda claro que eso no es necesariamente cierto.
La cuestión es que hasta la fecha se han entendido las tres teorías como incompatibles, o al menos es lo que los propios Acemoglu y Robinson (los últimos en saltar al terreno de juego) nos quieren hacer creer en su libro. Pero, tras visionar la serie de tres documentales derivados del libro de Diamond encuentro que hay un terreno en el que tanto éste como los últimos están en lo cierto. La explicación de Diamond es muy convincente, explica y demuestra que los pueblos europeos tuvieron una clara ventaja de salida (fruto del azar) que les dotó de una combinación de cultivos y ganado que se ha convertido prácticamente en el estándar mundial. Esa ventaja de partida supuso la liberación de trabajadores especializados que permitieron el desarrollo de una tecnología mejor. Yo añadiría a eso que, desde muy al principio, el desarrollo y control de nuevas tecnologías (as armas y el acero de Diamond) se convirtieron en elementos estratégicos en el enfrentamiento entre naciones y pueblos, lo que sin duda contribuyó en la escalada armamentística a la que se legó en este lado del mundo (encabezada por unos belicosos países europeos que se estuvieron peleando entre ellos de forma especialmente intensa desde la Edad Media).
Ahora bien, Diamond nos explica las grandes diferencias entre continentes o grandes grupos de países. Pero hay excepciones, y hay un momento a partir del cual, las ventajas de partida dejan de funcionar. Es en ese espacio en el que la explicación de las instituciones tiene su hueco. O sea, que la primera es como una explicación general y la segunda se juega a niveles particulares. En cualquier caso, no deja de admirarme la capacidad de deducción de Diamond y la originalidad de su pensamiento.

La serie de documentales en una lista de YouTube (los dos primeros en VO con subtítulos que hay que activar)


Comentarios

Entradas populares de este blog

Cambio de modelo, sí o sí

¿RSS-lo-cualo?

Mi planta de naranja lima, de José Mauro de Vasconcelos