Lo que la crisis se llevó
Año 2014. Séptimo año triunfal de la crisis financiera internacional en su frente europeo. Asustan la posibilidad de una tercera recesión y nos asalta nuevamente la amenaza de deflación: dicho de otra forma, nos vamos japonizando y la respuesta sigue siendo esperar y ver. Bajo los escombros que esta crisis está dejando hay muchos cadáveres. No hablo solo de las miles de empresas que han tenido que cerrar, ni de los millones de parados que ha fabricado esta situación. Hay, por así decirlo, daños colaterales. Uno de ellos es el contrato social. El Estado de Bienestar que edificó Europa se ha resquebrajado y está provocando el desencanto de la sociedad. Se han roto las costuras del sistema y los ciudadanos, de pronto, se han encontrado con que ya no están tan protegidos como solían. Y, encima, se les dice que la culpa es de ellos, por no ser competitivos, por envejecer, por haber vivido por encima de sus posibilidades. Al tiempo, al menos en España, han comenzado a aflorar los tejema...