Retos de la agricultura almeriense (notas para el #Agroateneo )
Posiblemente estas notas pequen de cierto desorden, están tal cual las fui escribiendo. Una parte se escribió en la playa con el móvil y la otra, apenas unos retoques y un intento de reorganzación solo realizado a medias. Así que esto no es fruto de una reflexión profunda, ni es un texto hilvanado, es la lista de aquellos temas que primero se me vinieron a la cabeza cuando me puse a pensar sobre mi participación del #Agroateneo organizado por La Voz de Almería, Tecnova y CUAM.
Retos del modelo:
Agua, es el limitante principal y es nuestra particular espada de Damocles: le diversificación de fuentes se encuentra también limitada por el nuevo paradigma antitrasvases. Hay que optar por soluciones desde el lado de la demanda, ahorrando más si es posible. Desde la oferta, habría que combinar el resto de soluciones (reutilización, depuración, recogida techumbres y desalación con el uso de energías renovables). Por extensión el problema es la sostenibilidad, el consumidor cada día está más informado y concienciado. Por un lado, la tendencia a consumir más vegetales y menos carne nos favorece, pero por otro, la preocupación por la sostenibilidad y la creciente mala prensa de los regadíos nos ponen un mal lugar.
La tendencia a la lowcostización de nuestro sistema económico que puede terminar presionando tanto que la producción acabe trasladándose a otros lugares con menos costes de mano de obra e institucionales (dumpling fiscal).
Retos del modelo:
Agua, es el limitante principal y es nuestra particular espada de Damocles: le diversificación de fuentes se encuentra también limitada por el nuevo paradigma antitrasvases. Hay que optar por soluciones desde el lado de la demanda, ahorrando más si es posible. Desde la oferta, habría que combinar el resto de soluciones (reutilización, depuración, recogida techumbres y desalación con el uso de energías renovables). Por extensión el problema es la sostenibilidad, el consumidor cada día está más informado y concienciado. Por un lado, la tendencia a consumir más vegetales y menos carne nos favorece, pero por otro, la preocupación por la sostenibilidad y la creciente mala prensa de los regadíos nos ponen un mal lugar.
La tendencia a la lowcostización de nuestro sistema económico que puede terminar presionando tanto que la producción acabe trasladándose a otros lugares con menos costes de mano de obra e institucionales (dumpling fiscal).
Ponemos el acento en el precio y esa es una guerra que a largo plazo tenemos perdida casi con toda seguridad (véase la industria y su viaje hacia el Este). Deberíamos poner el foco en el valor. Nos fijamos en los euros por kilo y deberíamos cambiar hacia los euros por ha. Quedarnos en los euros por kilo solo nos lleva a depender de los crecimientos de productividad física (cuyo efecto de segunda vuelta es precisamente presionar los precios hacia abajo) y a lamentarnos por la falta de integración del sistema. Poner el énfasis además en los euros por ha nos permite abrir el abanico de posibilidades, ya no solo es la productividad y el poder de negociación, aquí caben los aprovechamientos secundarios de las producciones (ahondar en economía circular y bioeconomía), en buscar actividades que aumenten los ingresos por la vía de la diferenciación, incluso innovar organizacionalmente.
En el extremo de la nueva tendencia hacia el proteccionismo, un colapso de la UE y vuelta a los tiempos anteriores al mercado único (exportamos el 76 % de la producción actualmente) y una escalada en los aranceles nos haría mucho daño. Pero el simple retroceso en los avances registrados en el Mercado Único supondría un mayor coste para nuestras exportaciones.
La complacencia de los agentes. Aunque esto es poco probable. Hemos llegado muy lejos (aquella portada del gigante con pies de barro). Corremos el riesgo de morir de éxito.
En el extremo de la nueva tendencia hacia el proteccionismo, un colapso de la UE y vuelta a los tiempos anteriores al mercado único (exportamos el 76 % de la producción actualmente) y una escalada en los aranceles nos haría mucho daño. Pero el simple retroceso en los avances registrados en el Mercado Único supondría un mayor coste para nuestras exportaciones.
Debemos cerrar el cuadrado de oro de los holandeses. Ellos tienen Wageningen, empresas, administración y Rabobank. Nosotros ya tenemos los mimbres: UAL, empresas, administración y Cajamar. Solo nos falta marcar el rumbo y remar todos en la misma dirección.
Somos carne de fake news y de manejos a base de elevar la anécdota al nivel de categoría. El problema aquí es que es sencillo encontrar la anécdota porque esta existe. Y es materialmente imposible eliminarla al 100%. Esto no nos exime de intentar eliminar esas anécdotas en forma de ramblas y solares llenos de vertidos de todo tipo, campamentos chabolistas o agricultores desaprensivos que se aprovechan de sus trabajadores. Necesitamos mucha educación y mucha concienciación y que las administraciones hagan su trabajo y cumplan sus normas. Lo que está en juego es el bien común. También hay que luchar contra los prejuicios de los consumidores que tienen a asociar cultivo en invernadero con artificiosidad y abusos sociales y medioambientales. En este sentido la campaña de HortiEspaña me parece ejemplar. Lástima que no puedan dedicar más medios a este tipo de comunicación.
¿Dimensión? Este no lo tengo demasiado claro, por un lado es una evidente debilidad a la hora de acceder a mercados globalizados, pero por otro lado tiene la ventaja de un reparto más equitativo de la riqueza. En este sentido, la hipotética transformación de la competencia multinivel actual en una competencia de diversas alineaciones en sendas cadenas de suministro. Y hay diversos niveles, están las explotaciones y las empresas comercializadoras. A pesar de los costes de mayor concentración de la renta, el aumento de la dimensión de las explotaciones es casi una necesidad por la evolución a la baja de los precios de los productos a largo plazo. Y a nivel de comercializadoras, el aumento de la dimensión de las más grandes está provocando una concentración de las ventas. Hoy, las 5 primeras empresas comercializadoras ya venden el 39 % del total provincial.
Somos carne de fake news y de manejos a base de elevar la anécdota al nivel de categoría. El problema aquí es que es sencillo encontrar la anécdota porque esta existe. Y es materialmente imposible eliminarla al 100%. Esto no nos exime de intentar eliminar esas anécdotas en forma de ramblas y solares llenos de vertidos de todo tipo, campamentos chabolistas o agricultores desaprensivos que se aprovechan de sus trabajadores. Necesitamos mucha educación y mucha concienciación y que las administraciones hagan su trabajo y cumplan sus normas. Lo que está en juego es el bien común. También hay que luchar contra los prejuicios de los consumidores que tienen a asociar cultivo en invernadero con artificiosidad y abusos sociales y medioambientales. En este sentido la campaña de HortiEspaña me parece ejemplar. Lástima que no puedan dedicar más medios a este tipo de comunicación.
¿Dimensión? Este no lo tengo demasiado claro, por un lado es una evidente debilidad a la hora de acceder a mercados globalizados, pero por otro lado tiene la ventaja de un reparto más equitativo de la riqueza. En este sentido, la hipotética transformación de la competencia multinivel actual en una competencia de diversas alineaciones en sendas cadenas de suministro. Y hay diversos niveles, están las explotaciones y las empresas comercializadoras. A pesar de los costes de mayor concentración de la renta, el aumento de la dimensión de las explotaciones es casi una necesidad por la evolución a la baja de los precios de los productos a largo plazo. Y a nivel de comercializadoras, el aumento de la dimensión de las más grandes está provocando una concentración de las ventas. Hoy, las 5 primeras empresas comercializadoras ya venden el 39 % del total provincial.
Comentarios
Publicar un comentario