¿Será por fin 2024 un año anodino? No, seguro que no...
En 365 días pueden suceder muchas cosas. Y sucederán, sin duda, ya que el flujo de la historia nunca se detiene. Pero es que desde 2020 llevamos una racha de años en la que, uno tras otro, se acumulan sucesos de efectos globales. Sucesos «disruptores» que complican la enormemente el trabajo de los que nos dedicamos al análisis de la realidad económica. Primero la covid, luego la invasión rusa de Ucrania y, solo en este año, un conato de crisis financiera, una rebelión en Rusia, un golpe de estado en Níger con potencial desestabilizador de todo el Sahel y, para acabar, un atentado bestial y una guerra aún más bestial en Israel y Gaza… Placas tectónicas Por desgracia, las placas tectónicas de la geopolítica y del clima van a seguir ejerciendo una fuerte presión en 2024. A priori, en lo económico cabría esperarse un ejercicio algo más tranquilo. Tras haber esquivado la recesión en 2023 es posible que la actividad en los países occidentales se estabilizase, incluso que retomase algo de imp...