En las dos anteriores entregas hemos analizado el comportamiento del número de habitantes en la provincia comparado con Andalucía y España (
aquí) y la diferencia de dinamismo entre los municipios del litoral (y agrarios) y los del interior (
aquí).
En esta última entrega vamos a seguir analizando la distribución intraprovincial, pero ahora lo haremos desde el punto de vista del tamaño de los municipios. Para aclarar la metodología he considerado municipios urbanos aquellos que tienen 10.000 habitante o más. Obviamente, los rurales se definen por oposición, es decir aquellos que tienen menos de 10.000 habitantes. Ya les adelanto que en esta entrega hay menos certezas que en las anteriores.
Pueblos y ciudades
Como se puede comprobar en el gráfico, la tendencia dominante desde 1900 ha sido el aumento de la población que habitaba en ciudades. Aunque hay dos períodos en los que dicha tendencia se invierte. La primera, curiosamente, coincide con el primer máximo poblacional del siglo XX (1910), ya que engloba sus dos primeras décadas. La segunda se produce en la década de los 50. No lo he mirado en detalle, pero intuyo que hay razones económicas de fondo en ambos períodos, con el desarrollo de los pueblos mineros en la primera fase y de los uveros en la segunda. Espero que algún especialista, como
Andrés Sánchez Picón, lo pueda confirmar o corregir (si es el caso).
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| Fuente: INE |
En el tramo de 1920 a 1950 también llama la atención el fuerte crecimiento de los municipios urbanos, en un periodo caracterizado por la fuerte emigración, significando que esta fue mucho más intensa en las zonas rurales que en las urbanas. Desde los 60 el proceso ha sido imparable e ininterrumpido. El crecimiento de la población se ha focalizado en el litoral, en los núcleos de desarrollo de la agricultura de primor y en núcleos cada vez mayores.
El club de los 10.000
El resultado final del proceso es que hoy, el 80 % de los almerienses vivimos en aglomeraciones de más de 10.000 habitantes. Además, cada vez hay más municipios que forman parte de ese club. Después de tres décadas de estabilidad, con 8 municipios por encima de los 10.000, en 2023 ya eran 14, tras la incorporación de Garrucha. De ellos, solo dos son de interior: Albox y Huércal de Almería, aunque este último es un elemento integrante del área metropolitana de la capital.
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| Fuente: INE |
Hoy, el 80 % de los almerienses vivimos en aglomeraciones de más de 10.000 habitantes
Los que pierden
En el extremo opuesto, tenemos los municipios más pequeños. Considerando los 500 habitantes nuestra línea de referencia, vemos que el número de los mismos se ha estabilizado en torno a los 33 desde los años 90. Resulta llamativo el aumento momentáneo que se produjo en 2021, coincidente con la pandemia, y donde habría que comprobar exactamente qué es lo que pasó y si tuvo que ver con unas tasas de mortalidad mayores debidas al mayor grado de envejecimiento de estos municipios. O no.
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| Fuente: INE |
Sin embargo, lo que no se ha estabilizado es el porcentaje de personas que aportan al total provincial. Si a principios de siglo, esta tipología de municipios aportaba el 9,3 % de la población; en 2023 ya solo suponía el 1,4 %. Nótese que esta reducción de peso va acompañada de una menor relevancia de estos pueblos en lo que a poder político se refiere. Si el votante se concentra en los municipios más grandes, los temas que dominarán el debate político –salvo excepciones como la motivada por las protestas de los agricultores en toda Europa– serán los relacionados con la agenda urbana.
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| Fuente: INE |
Efecto covid
Como cierre de la serie, acompaño el gráfico de la evolución de la población en la capital, nuestra ciudad más populosa, donde nos encontramos un fenómeno muy interesante tras 2020. En dicho año se alcanzó el máximo hasta el momento de habitantes en la urbe (201.322). Durante los dos años siguientes, los habitantes de la capital se redujeron y solo han vuelto a crecer en 2023. A priori, tiene pinta de que la pandemia ha afectado a la preferencia de los almerienses por la ciudad, reduciéndola. Solo una vuelta a la normalidad y la propia dinámica expansiva de la demografía almeriense en los últimos dos años han revertido el fenómeno.
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| Fuente: INE |
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